martes, 16 de diciembre de 2014

El tren y la vía. Algo de historia.

"Dicen que cuando sueñas con vías de tren es porque quieres escapar de la rutina y buscar nuevos horizontes. Yo no lo sé, pero por si acaso quiero buscar imágenes de ellas que me lleven allí donde quieran mis pensamientos".
01-12-14




Evocando al antiguo ferrocarril minero
FERROCARRIL, asociamos esta palabra a una locomotora de vapor y unas vías metálicas sobre las que se desplazan unos vagones con ruedas. Sin embargo, y según podemos ver por investigaciones que al respecto se han hecho con anterioridad, la vía como tal elemento para el desplazamiento, tiene mas de dos mil años que las locomotoras que mueven esos vagones.
El hombre primitivo, descubrió que para desplazar un carro era más fácil si lo hacía por dos surcos de piedras lisas o tablas de madera paralelas entre sí. O bien cavando surcos en caminos rocosos, igualmente paralelos. Los griegos utilizaron este sistema para trasladar sus carros. Construyeron también un remolque con vías para trasladar  naves por el istmo de Corinto. Los romanos igualmente cavaron surcos en muchos de sus caminos o calzadas. Pues pudieron comprobar que mediante tracción humana o animal, las cargas a transportar serían ocho veces más pesadas, que si lo hacían por un camino irregular.
Durante la antigüedad se desarrollaron muchas técnicas que posteriormente se fueron perdiendo o desaparecieron en la Edad Media. La vía, para el desplazamiento fue una de ellas. En siglo XV y XVI de nuevo aparecen las vías. Y  es en las minas alemanas donde resurgen.
Tren minero de largo recorrido por vía de ancho standar
Fueron los alemanes quienes  llevaron a Inglaterra unas especies de vagones, instaurándose de esta manera las vías en este país, que a la postre sería la cuna del ferrocarril.
El sistema de vías que emplearon los alemanes consistía en dos maderos paralelos separados por pocos centímetros. Los vagones tenían un perno entre los dos maderos, para evitar que las ruedas se deslizasen de los maderos.
Beaumont en 1630 unió los dos maderos mediante traviesas y puso una distancia entre los maderos o raíles. Diversos inconvenientes por desgastes de las vías, hicieron que tantos los maderos como las ruedas fueran fabricadas de hierro. Naciendo la vía tal como la conocemos hoy.
Finalizando el siglo XVIII un ingeniero inglés puso protuberancias en las ruedas, que antes tenían las vías, lo que resultaba más práctico para el desplazamiento de los vagones. Resulta obvio que transportar, tanto viajeros como mercancías con la mayor rapidez y comodidad ha sido siempre fundamental.
Nudo de vías con traviesas de madera
 La máquina de vapor, ya en funcionamiento por aquel tiempo como artilugio que producía fuerza, estuvo en mente de muchos inventores e ingenieros. Estos pensaron que uniendo la máquina de vapor y la rueda, podrían obtener una fuerza motriz de bajo costo y gran efectividad. En principio, no todos lo acogieron como una buena idea. Algo que posteriormente quedó demostrado, sí lo era. El momento aquel se transforma en un ir y venir de inventores y sucedáneos en busca del invento definitivo. Dando lugar a una extraña carrera entre inventores de uno y otro lado, por acoplar la rueda al vapor de la mejor manera y que el resultado fuera positivo. Es decir, aprovechar que la fuerza motriz del vapor pudiera producir el desplazamiento por arrastre de vagones encarrilados en las vías que al efecto se construyeron. Se crearon un buen número de extraños artilugios, que si en algún momento alguno consiguió su objetivo, fueron desechados por ser altamente costosos o sumamente ineficaces. No obstante la carrera siguió. Había prisa por poner en práctica la idea de “fuerza motriz y desplazamiento”.
Como en otros inventos o descubrimientos hubo algunos casos en los que se podía considerar a su autor, como el pionero del invento. Aquí ocurrió lo mismo y fueron varios los que pusieron una máquina de vapor en funcionamiento sobre una vía. Richard Trevithick fue uno de ellos. Joven ingeniero que en la última década del siglo XVIII, consiguió poner sobre raíles una máquina de vapor, recorriendo nueve millas y media en poco más de cuatro horas. Se podría decir que ésta fue la primera locomotora. Pero no tuvo aceptación y no pasó de ser un intento más. La principal objeción por la que fue rechazada, es que se pensaba que podía producir el patinaje de las ruedas al aumentar el peso a desplazar.

En algunos puntos de Asia la vía discurre por lugares insólitos
El último tercio del siglo XIX entre otras cosas, destacó por la influencia que la maquina de vapor tuvo en el desarrollo de diversos países. Y por la animada confrontación que la instauración del Ferrocarril tuvo en el mundo. Destacando Europa, como pionera de esta empresa en la que la implantación del tren sería de vital importancia en todos los sentidos. Incluso las situaciones tanto políticas, como económicas, que atravesaban los distintos países en aquel tiempo, pareció paralizarse para dar paso a un acuerdo generalizado, para hacer que el Ferrocarril ocupase en cada territorio ese lugar que precisaba por su vital importancia.

George Stephenson construyó en 1829 una línea para vagonetas el transporte de carbón y viajeros. Siendo esta la primera línea que se puso en funcionamiento. El 27 de septiembre de 1829 puso en marcha un tren con seiscientos pasajeros a lo largo de 35 kilómetros, entre Stockton y Darlington. Este se puede considerar el primer viaje en ferrocarril. El tren lo componían en total 33 vagones, entre viajeros y mercancías. La línea Liverpool-Manchester, se proyecta en 1829. Para cubrir este recorrido, se presentaron varias locomotoras. Fue Rocket Stephenson, quien impusiera la suya para cubrir el trayecto.

Tren minero sobre vía estrecha
Tras esto en 1830 son diversas las líneas férreas que se comienzan a tender. Hasta que poco mas tarde se construyen las grandes líneas: Londres-Newcastle; Londres-Edimburgo y Londres-Bristol. Stephenson perfecciona locomotoras y estudia todos los problemas que rodean al trazado ferroviario. Desde la Topografía del terreno, barrancos y desmontes, hasta infraestructuras, puentes, pontones y toda obras precisas para un mejor y mas fácil desarrollo del trazado férreo. Estudiando igualmente, la colocación de raíles y otros factores que pudieran rodear o interferir en el trazado de la línea. Como pasos inferiores y superiores y a nivel. Todo esto también fue complementario en su trabajo.
Tal el desarrollo del Ferrocarril en Gran Bretaña que fue la base para su desarrollo en otros muchos países.
Los americanos deseosos de unir los lejanos puntos de su geografía, consideraron de vital importancia la implantación del ferrocarril como medio de transporte. Y manos a la obra, ponen en marcha distintas líneas férreas. Tal vez más encaminadas al viajero que a la mercancía. Por ello George Pulman construye vagones para viajeros de auténtico lujo. Ya a mediados del siglo XX el tren había conseguido alcanzar velocidades muy altas. Lo que situaba al ferrocarril como el medio de transporte mas utilizado.

Réplica en miniatura de una locomotora de vapor, para trabajos de minería 
Se llegó al siglo XX y la Locomotora de Vapor y el Ferrocarril habían alcanzado su máximo esplendor. Pero no sería suficiente, continuaría su magnífica trayectoria durante décadas. Siendo cada vez más perfeccionada por los distintos fabricantes y los trazados férreos por los constructores. Ya en los albores del siglo XXI hablar del tren, solo citarlo, es retrotraer a la memoria aquella imborrable máquina de vapor con la chimenea humeante, que permanece en la memoria y retina de todos.  

(Fotos archivo Internet)
Jocama, 16-diciembre-2104

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