lunes, 18 de noviembre de 2013

Un Ferrocarril en el sur de Argentina

Buscando en Internet información para los distintos trabajos que me ocupan, sobre la historia del ferrocarril en general y de algunos en particular, me encuentro con anécdotas, hechos curiosos, historias, y un sin fin de cosas dignas de ser cuando menos leídas, o en todo caso tenidas en cuenta a la hora de hacer historia o hablar sobre ellas.

Archivo: Tfm gente.jpg
Presos trasladados en tren a su lugar de trabajo (Usuhaia Argentina)
Foto archivo Internet

De todos es sabido que las situaciones políticas de distintos países,traían consigo que aquellos ciudadanos que fueran contrarios al régimen o gobierno en el poder, sufrieran distintos castigos o penas. Al igual que aquellos otros que por otras causas no políticas fueran condenados. Esto es algo que ha venido ocurriendo a lo largo de la historia en todo el mundo y en todas las épocas. De ahí que la población reclusa siempre se utilizara para emprender trabajos duros y penosos, que en muchos casos eran para un bien común, y se aprovechaba una mano de obra barata y segura. Pero seguir hablando de esto es meternos en un terreno no agradable y que por otra parte no viene al caso.  Sirva ésta introducción para referir la construcción de un ferrocarril por parte de unos obreros que sufrían esta situación. En 1895 y siguiendo el  ejemplo de Francia y Reino Unido el Presidente Roca ordenó que se estableciera en el sur de Argentina  una colonia de presos. El lugar elegido fue Usuhaia. Presos a los que una vez cumplida su condena se les daba el beneficio de un salario y una vivienda con objeto de que allí establecieran su residencia y con ello poblar la colonia con vistas a una futura ciudad. Para ello se construyó una cárcel y fueron los propios presos quienes la construyeron. Se instalaron raíles del tipo Decauville para facilitar el traslado de las rocas y leña de los bosques. Anteriormente a la instalación de estos raíles se usó un sistema de xilorráil (raíles de madera) sobre los que se deslizaban vagonetas tiradas por animales.

Archivo: Tfm vieja.jpg
Vía férrea construida por los presos en Tierra de Fuego (Argentina)
Foto archivo Interrnet

En 1908 el ferrocarril efectuó un rápido avance en longitud y utilidad. Actualizándose y modernizándose en cuanto a sus máquinas y vagones. La red ferroviaria se extendió por el Cerro Susana adentrándose en el Valle del Río Pipo llegando hasta el Cañón del Toro, dentro del actual Parque Nacional. Empresas particulares construyeron las industrias propias para la explotación de la madera, como aserraderos y otros medios para acondicionar la materia prima para la construcción de casas.
La vía principal iba junto al mar desde la cárcel, al Este de la ciudad. Y otra gran parte de la red discurría hacia el Oeste. La climatología era extremadamente rigurosa en invierno, con fríos intensos, sin embargo los veranos en Tierra de Fuego eran cálidos pero soportables.
La cárcel se clausuró en 1947. Aunque el ferrocarril siguió explotándose hasta 1952 en que un terremoto destruyó una extensión considerable del trazado ferroviario en Cañadón, si bien por esta fecha ya el ferrocarril funcionaba con bastante deficiencia, estando muy deteriorado y encontrándose en situación de cierto abandono.
Este es uno de los múltiples casos existentes a lo largo y ancho del mundo, en que la población reclusa construye una vía férrea, proyectada por el Gobierno de turno y que es posteriormente explotada para beneficio del país en cuestión.

Artículo publicado el 16/Nov/2013 por JOCAMA en jocama-jocma.blogspot.com
  

Jocama.- Información extraída de Internet (16-11-2013).-




sábado, 26 de octubre de 2013

El Ferrocarril en Suiza


El Ferrocarril y la Revolución Industrial


La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, dio paso a un enriquecimiento general que fue transformando la vida y maneras de trabajar, en principio en Europa, y posterior y paulatinamente en distintos países del mundo. Destacando de forma más visible el continente americano. Una buena prueba de la transformación y enriquecimiento lo podemos ver en la producción de hierro. En 1780 la producción de hierro fue de 60.000 toneladas; en 1800 de 300.000 TN. y en 1830 fue de 700.000 toneladas. Las máquinas cambiaron las formas de producción. La proliferación de fábricas contribuyó notablemente al desarrollo, creándose distintas industrias apoyadas por la maquinaria que contribuía notablemente al enriquecimiento de las naciones.


Sin duda la gran empresa del siglo XIX fue la construcción de los ferrocarriles. La importancia que tuvo el ferrocarril en el desarrollo y progreso durante este siglo fue vital. Los tendidos de vías férreas se extendieron por todas partes. Las primeras construcciones ferroviarias se planificaron para el traslado del mineral. Siendo la minería la industria más beneficiada en su desarrollo, al utilizar el ferrocarril como el medio de transporte más útil y rápido para la distribución del mineral. Trasladándolo en muchos casos a puertos marítimos, donde también mediante la máquina de vapor, era transportado vía marítima a aquellos puntos del globo donde eran demandados. 

Desde que la Revolución Industrial se puso en marcha, fueron muchas las industrias que multiplicaron su producción, beneficiándose de las distintas maquinarias que fueron incorporando para mejorar su producción. La tecnología se introdujo en la industria textil, agrícola, minera, la imprenta, etc., creándose fábricas en las que las ruedas, poleas, raíles y otros elementos tecnológicos funcionaban a pleno rendimiento. La transformación fue notable. Pero si hubo algo que revolucionara definitivamente todos los aspectos de la industria y la población, esto fue el Ferrocarril.


El ferrocarril contribuyó en todos los sentidos al progreso general. Algo que en la actualidad sigue en pleno auge, con avances notables tanto en rapidez como en seguridad. Como medio de transporte ha cobrado una importancia digna del mejor elogio, ya que en general, son muchos los países que están implantando la Alta Velocidad como medio de transporte de viajeros. Incluso se podría decir que está sobrepasando al transporte aéreo. En el ferrocarril se pueden diferenciar tres etapas o épocas, a saber, la del vapor, la del diésel y la eléctrica. Sin duda la que más se identifica con el tren es la del vapor. Casi se puede decir que todavía sigue funcionando en nuestros días. Cuando hablamos del tren lo primero que nos imaginamos es una locomotora de vapor, por muy difícil que resulte ver hoy una en funcionamiento. En EE.UU. se sigue utilizando este tipo de locomotoras, tanto en expresos como en mercancías. Si bien, dichas locomotoras son alimentadas con diésel en lugar del clásico carbón mineral. Cuando buscamos información ferroviaria de distintos lugares del planeta en Internet, siempre nos encontramos con el ferrocarril de vapor. Obviamente porque fue el primero, pero en todos los casos porque es el que marca el origen de una transformación en todos aquellos lugares donde se puso en marcha.



Las primeras vías férreas se construyeron principalmente para el transporte del mineral hacia los puntos de distribución. En estas dos últimas fotografías podemos ver el muelle (desaparecido en los años cincuenta) de descarga de mineral en el Río Guadalquivir, junto a San Juan de Aznalfarache muy próximo a la ciudad de Sevilla. Este muelle era la terminal del Ferrocarril de Minas de Cala-San Juan de Aznalfarache. Este trazado superaba los 90 kilómetros que separaban las minas del muelle en el Río Guadalquivir.

En los comienzos de ferrocarril, la mayor parte de las explotaciones mineras construyeron vías férreas de distintos anchos. En muchos casos fueron altamente rentables y en otros no tanto. Pero lo cierto es que la mayor parte de ellas tuvieron una vida muy limitada, encontrándose en la actualidad la mayoría abandonadas, e incluso desmanteladas. Otras aún siguen en funcionamiento. Estos ferrocarriles mineros, también fueron utilizados en muchos casos para el transporte de viajeros. Alternando ambos sistemas indistintamente, contribuyeron al desarrollo de ciudades y lugares, consignando en ellos un progreso que difícilmente hubieran podido conseguir sin este medio. Hoy, todos estos ferrocarriles abandonados constituyen un Patrimonio en aquellos lugares donde se encuentran y son símbolos del desarrollo que un día tuvieron. Por fortuna en algunos lugares, Asociaciones e Instituciones se interesan por su conservación. Consiguiendo en algunos casos éxito en su empeño. Pero en muchos otros, el abandono por parte de las autoridades es total y la despreocupación de las mismas pone de manifiesto un desinterés total por la historia y cultura. Lamentable situación que no parece tenga solución en la mayoría de los casos, dando lugar al saqueo y deterioro de una auténtica arqueología ferroviaria, que bien merecería ser recogida en museos y otros centros para su restauración y exposición pública. 

Jocama, 22/03/13
Fotos tomadas de Internet                   (publicado anteriormente en jocama-jocama.blogspot.com con fecha 22/03/13)





The Best of British Steam Compilation 2012


EL FERROCARRIL CENTRAL DE PERÚ. Un paseo por Internet

Un paseo por internet buscando un ferrocarril.

Un día de esos en que estás trasteando en Internet buscando exactamente no sabes qué, descubres algo que te sorprende por las posibilidades que te ofrece. Esto me ocurrió  hace tiempo con Google Earth. Ésta es una herramienta que, cuanto me hubiera gustado haber dispuesto de ella en mis tiempos de trabajo activo, allá por los sesenta, setenta y ochenta. Pero llegó algo mas tarde. Y ahora porque nunca es tarde, voy a aprovecharla extrayendo de ella la máxima información que pueda. Al tiempo que compruebe datos y contraste pareceres, para en la medida de lo posible reflejar con la mayor fidelidad que pueda, aquello a lo que quiero dedicar algo de mi tiempo.
Vista de los Andes Peruanos
En mis trasteos como internauta aficionado, no podía olvidar que desde los dieciséis años estoy vinculado a la Topografía. Haciendo de ella mi profesión y a la que he dedicado mas de cuarenta años de mi vida. La Topografía ha sido para mí el eje principal de mi trayectoria profesional. Y a esa temprana edad comencé a rodearme de planos, instrumental de dibujo, tablas taquimétricas y de logaritmos, estereoscopio, fotogramas, niveles, taquímetros, estadías, telurómetros y mas adelante distanciómetros, y otros instrumentos necesarios para la topografía. Por todo ésto, cuando descubro las posibilidades que me brinda Internet, me vuelco en ello y sin ser un experto en materia informática, si me rodeo de los imprescindibles conocimientos para moverme en este terreno.
Estereóscopos (Foto archivo personal)
El día que conocí Google Earth, fue como esos días en que descubres algo que sabes que te va a servir y ayudar mucho. Me perdí saltando de una lado a otro del planeta. Y era tal la satisfacción que noté al comprobar que podía interpretar con relativa facilidad y casi con la misma precisión, los detalles del terreno que me pareció tener un juguete en mis manos. Recordé como lo hacía en mi vida profesional con los fotogramas aéreos y los estereóscopos de precisión. Un día me situé sobre la cordillera de Los Andes a la altura de Perú. Pude ir observando paso a paso lo abrupto del  terreno y en medio de aquel entramado de colores que mostraba el fotograma, podía identificar, casas caminos, arroyos, vaguadas y todo cuanto de irregular podía presentar el terreno, que en esa zona lo es bastante. Tenía ante mi una topografía nueva por descubrir.  Y entre tanto detalle identifico lo que parecía ser un ferrocarril y ciertamente era un ferrocarril. Su trazado no dejaba lugar a dudas. Sigo su trazado, al tiempo que voy identificando detalles del mismo y puedo comprobar que se trata del Ferrocarril Central Andino de Perú, hasta entonces desconocido para mí. Buscando en distintas web me voy informando sobre este ferrocarril. Y voy tomando datos y puedo 
Puente del Ferrocarril Central Andino cruzando la Carretera Central de Perú
(Foto obtenida de Internet)
Libros sobre los ferrocarriles de Perú (Foto del autor- Ppcall-Septiembre 2013)
comprobar que se trata de una importantísima obra de ingeniería. Por cierto que fue hasta hace unos años el ferrocarril mas alto del mundo.  En la actualidad es el segundo mas alto, ya que el Qinghai-Tibel de China, inaugurado en julio de 2006 supera una altura de 5072 metros sobre el nivel del mar.
A medida que iba observando el terreno en los fotogramas de Google Earth, mas interés iba tomando por el trazado de este ferrocarril. A pesar de que había zonas en que la nitidez del fotograma era deficiente y a veces muy deficiente o nula. Afortunadamente parece ser que Google ha corregido este defecto y ha renovado los fotogramas con una pasada mas reciente. Lo que se agradece porque ahora si se puede seguir el trazado del ferrocarril en su totalidad. Una vez perfectamente identificado el trazado, comienzo a sacar los primero apuntes del mismo. Al tiempo que marco directamente sobre el terreno (fotograma en este caso) detalles y anotaciones que me sirvan de referencia para su estudio, inicio una búsqueda de detalles, indagando en otras web.
Foto obtenida de Internet
Después de varios intentos visitando distintas webs y envíos de algunos email a distintas direcciones, comienzo a recibir alguna información sobre el Ferrocarril Central. Sin embargo, mi objetivo principal que es la historia que pudiera haber en torno a su construcción, esta lejos de conseguir todavía.Y mucho me temo que será difícil conseguir esa historia, porque según he podido constatar y en cierto modo así me ha sido confirmado por un peruano experto conocedor de estos ferrocarriles, ésta no existe. Al menos que se sepa pueda estar en algunos registros históricos del propio ferrocarril. El trazado de esta línea ferroviaria, su dificultad orográfica y la fecha en la que se pone en marcha la iniciación de este proyecto, es lo que entraña
Foto obtenida de Internet
para mi mas curiosidad por el mismo. Que en la segunda mitad del siglo XIX se acometiera una obra de semejante  envergadura,  para unir la costa de Perú y el interior dando con ello salida a los productos y minerales, así como otras mercancías producidas en el interior del país, es cuando menos, digno de todo elogio y admiración. Máxime cuando la precariedad de la época era manifiesta. Y los medios tanto económicos como humanos escasos. Por ello y por las vicisitudes que tanto gobernantes, técnicos y personal de mano de obra tuvieron que atravesar y padecer, es la razón principal que me mueve a estudiar esta obra faraónica -y se le puede dar perfectamente éste calificativo- desde su origen.
Y en la medida de lo posible, recopilando datos, recibiendo apuntes, consultando bibliografías y sobrevolando una y otra vez el trazado ferroviario, midiendo distancias, tomando altitudes, estudiando perfiles longitudinales, relacionando toponimia, clasificando cultivos o señalando ríos, torrentes, arroyos, vaguadas, etc. y cuantos accidentes orográficos se puedan encontrar a lo largo de su recorrido. Es una labor bonita y agradable, no exenta de alguna dificultad que viene dada por mi intención de aproximarme  todo lo posible a la realidad de su historia. Pero la dificultad hace la labor mas interesante. Y en ello estamos, y en ello seguiremos. Sirva ésta primera entrega como esbozo de lo que quiero seguir reflejando en este blog. Si como espero, ésto que escribo es leído por personas nativas y conocedoras del Ferrocarril Central de Perú, creo tener la certeza de que algún recuerdo, anécdota o leyenda le puede venir a la memoria. No duden en exponerlo o comentarlo, así como corregir o sugerir, aquello que crean conveniente deba conocerse con otra realidad o punto de vista. Una corrección o sugerencia bien intencionada, siempre es bien acogida. Gracias.

José C. Martín
Septiembre 2013       (1ª entrega)